Criado para cumplir labores de pastoreo y cuidado, el pastor alemán es un perro de tamaño mediano, ligeramente alargado, potente, musculoso y de estructura general firme.
Su cabeza tiene forma de cuña, un poco más ancha entre las orejas. Entre sus características, están: la nariz de color negro, ojos con forma de almendra de color café oscuro a negro.
Su carácter equilibrado lo hace ser un perro ideal para familias, fácil de entrenar y que disfruta de la compañía de otros animales.
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Es un perro equilibrado, es seguro de sí mismo, atento y de buen carácter, dispuesto a complacer.
Una raza resiliente, adecuado como compañero, perro de guardia, protección, servicio y pastoreo.
Es de color negro, café, rojizo y amarillo. Su pelaje consiste en una doble capa de pelo: una corta y suave que va pegada a la piel y una más larga y áspera. Un pastor alemán tiene entre 10-35 g de pelo por cada kilo de peso.
Pelecha intensa en septiembre (primavera) y en marzo (otoño). Pelecha moderada a baja el resto de los meses.
Mínimo 90 minutos al día divididos en 2 o 3 paseos de intensidad moderada (caminata o trote).
Necesita espacios amplios: casa, parcela, grandes patios, etc.