Es la primera raza canina chilena, su existencia data del siglo XIX y es el padre del quiltro chileno, al mezclarse con los perros que traían los españoles en sus barcos.
Gran parte de su popularidad se debe al personaje Condorito y su fiel terrier chileno “Washington”.
Se adapta rápidamente a climas y formas de vida. En zonas rurales se usa como cazador de ratones y en la ciudad, como perro de compañía.
Si es que tienes en mente adoptar un terrier chileno o ya tienes uno, puedes ingresar a nuestro nuestro blog sobre salud y encontrar útiles orientaciones para sus cuidados y bienestar.
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Es un perro con gran apego a la familia que lo acoge.
Su relación con niños es excelente gracias a su temperamento vivaz, alerta y a la energía inagotable que tiene.
Se adapta a todo estilo de vida y como perro es un muy buen compañero.
Revisa a continuación interesantes cuidados y datos veterinarios para su bienestar.
Su pelaje es corto, liso, apretado y lustroso. El color predominante es el blanco en todo el cuerpo, la cabeza y orejas pueden ser de color negro y fuego, marrón y fuego o azul y fuego.
Moderada.
Mínimo 90 minutos al día, divididos en 2 ó 3 paseos de alta intensidad o entrenamiento.
El terrier chileno se adapta bien en casas, departamentos y espacios pequeños.
Evitar alimentos altos en grasa.
Usar productos hipoalergénicos y bañar en forma periódica.
Examen oftalmológico anual.
Examen de detección de Legg-Calvé-Perthes a los 4 meses.