El gato exótico se origina de la cruza del american shorthair con el Persa.
Se le llama así por sus características atípicas, por su pelo corto y muy sedoso, ojos grandes de color azul, cobre o avellana y por su carácter tranquilo y familiar.
Esta particular raza es vital y tranquila en la medida justa, adaptándose a familias de todo tipo. Con los niños es juguetón y con los más grandes demandante de cariño y atención, al punto de deprimirse si está solo.
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El gato exótico es de carácter tranquilo, inteligente, fiel y muy dócil, por lo que no será difícil educarlo e incluso conseguir que aprenda algunos trucos.
Se lleva bien con otros animales, ya sean otros gatos, perros o incluso roedores como los conejos.
En general, es calmado con destellos de actividad en los que corre y se revuelca. Es amistoso con todos y la soledad lo estresa al punto de enfermarse.
El pelaje del gato exótico consta de dos capas. La capa interna es densa y apegada a la piel, la capa externa es de longitud media, suave y lisa. Puede ser de color blanco, negro, azul, rojo, crema, chocolate, lila, plateado o dorado.
Alta.
Cepillado dos veces al día.
El exótico se adapta mejor en departamentos y pequeños espacios.
Cardiomiopatía hipertrófica
Limpieza de pliegues faciales a diario.
Cepillado diario.
Examen cardiológico anual.