Las catas son originarias de Australia. En este país es la mascota más común, después del gato y el perro.
Son aves pequeñas que miden alrededor de los 18 cm.
En estado salvaje, su plumaje es verde con la cabeza de color amarillo y las alas son amarillas acabadas en negro.
Los machos se distinguen de las hembras por tener la parte superior del pico de color azul oscuro.
Estas aves se caracterizan por tener el pico más saliente en la parte de arriba que en la de abajo.
Tienen cuatro dedos en cada pata, dos hacia delante y dos hacia atrás.
Son aves monógamas, pues hacen pareja de por vida.
Estas pequeñas aves son también llamadas “periquitos”, y suelen emitir cantos cortos para comunicarse, junto con movimientos y sonidos para expresarse emocionalmente con su pares.
Son sociables, alegres, inteligentes y dóciles, fácilmente adiestrables.
Pueden ser celosos y posesivos, y tener una mala actitud cuando los dueños se van. Para evitarlo, es importante enriquecer su ambiente con juguetes o música.
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Si quieres saber más sobre el cuidado, la salud y necesidades de las catas, revisa la ficha a continuación.
A las aves también es importante llevarlas al veterinario y mantener al día los controles. En el caso de las catas, la prevención debe orientarse a las enfermedades más frecuentes, entre las que se encuentran:
Otros cuidados específicos que necesitan las catas son los siguientes: