El gato bengala es el resultado de cruzar un gato doméstico y un gato leopardo (felino salvaje de origen asiático). Son robustos y musculosos, de pelaje suave y con un dibujo atigrado con formas muy características.
Puede ser de colores marfil, crema, amarillo, dorado y naranja. Su carácter es abierto y juguetón, son muy activos, con tendencia a investigarlo todo.
Les encanta el agua, son buenos nadadores. El gato de bengala tiene un maullido muy especial y diferente a cualquier otro gato doméstico, más corto y cerrado, incluso parecido a los grandes felinos.
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El gato bengalí destaca por su hiperactividad y curiosidad.
Se trata de un gato incansable al que le gusta jugar, por lo que necesita más espacio exterior que otros gatos.
Le encanta comer, se adapta muy bien a vivir en familia y demanda de atención y cariño constantemente.
El bengalí tiene un pelaje atigrado muy llamativo, su pelo es suave, delicado, espeso y muy corto. Los colores van desde el ocre, naranja al crema, pasando por el amarillo y sus manchas, llamadas también “rosetas” de tonos pardos y oscuros.
Baja.
Cepillado una vez al día.
El espacio ideal para el bengala es una casa o departamento amplio, idealmente con patio.
Evitar el sobrepeso.
Examen cardíaco anual.
Examen previo a cirugías y procedimientos con anestesia.
Examen oftalmológico anual.