5 curiosidades sobre el gato persa

Antes de comenzar, te recordamos que si quieres empezar a convivir con una mascota la mejor opción es adoptar, ya que así no incentivas el comercio ilegal de animales. ¡Adoptar salvar vidas!

Sin más preámbulos, vamos a conocer 5 curiosidades sobre el gato persa.

¿Cuál es la historia del gato persa?

Como su nombre lo indica, la historia de este particular gatito se origina en Persia, territorio que actualmente corresponde a Irán, Tayikistán y Afganistán:

• Los primeros ancestros de estos gatos fueron introducidos desde Persia a Italia a comienzos del siglo XVII. 
• Se cree que el gato persa nació de la cruza de gatos italianos de pelo largo con el gato de Angoras turco, desarrollándose alrededor de 1800 en Inglaterra.
• Su popularidad aumentó cuando la reina Victoria y la realeza empezaron a preferir esta raza de gatos.
• En la actualidad los gatos persa son michis que pesan entre 3 y 7 kilos. Se encuentran en variados colores como el gato persa blanco, gris, crema, negro, dorado y calicó, entre otros.

Personalidad del gato persa

El gato persa cuenta con una personalidad muy particular, que está definida por ciertos rasgos en su carácter:

• Es muy tranquilo. No disfruta de ambientes con ruido, sino más bien silenciosos.
• No es demandante.
• Es dulce. Uno de sus pasatiempos favoritos es sentarse en su humano y recibir caricias. Igual le gusta jugar por unas horas al día.
• No arañan las cortinas ni muebles y no gustan de trepar.
• Son gatos indoor por excelencia: no suelen cazar y son sensibles a los cambios de temperatura. 
• Son receptivos con los niños y otras mascotas, pero deben ser tratados suavemente y sin hacer ruido. 

¿Cómo es la salud de esta raza de gatos?

Debido a la estructura de su cara, el gato persa es susceptible a algunos problemas de salud.

• Los pliegues de su cara lo hacen propenso a las infecciones por hongos.
• Presenta dificultad para respirar o respiración ruidosa, provocada por sus fosas nasales estrechas.
• Sus dientes pueden no encajar del todo bien.
• Puede presentar afecciones oculares, como ojo de cereza y entropión.
• Además, también es propenso a la obesidad, por lo que es bueno que su tutor o tutora dedique tiempo a diario para estimularlo físicamente y jugar, además de mantener una dieta balanceada.
• Es muy sensible a las altas temperaturas, por lo que hay que poner atención a su respiración en días de mucho calor. Nunca hay que exponerlo a temperaturas extremas.

Te aconsejamos que si tienes un gato persa, lo lleves al veterinario al menos una vez al año. Si notas algún cambio en su actitud, apetito, consumo de agua, secreciones en ojos, nariz u oídos o lesiones en su piel, acude a la consulta veterinaria.

Su precioso pelo requiere cuidados básicos y continuos

Sabemos que este gatito cuenta con un pelaje largo, sedoso y hermoso, pero el mismo requiere de bastantes cuidados.

• A los gatos persa hay que cepillarlos diariamente, de manera suave. ¡Ellos pelechan moderadamente todo el año!
• En época de pelecha intensa (primavera y otoño) hay que aumentar el cepillado a 2 ó 3 veces al día. Así, se evita la formación de bolas de pelo en su estómago.
• Hay que bañarlos 1 vez al mes.
• Su caja de arena debe estar siempre limpia, ya que se le pueden pegar restos de deposiciones en el pelo de sus patas.

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Su lagrimeo excesivo puede ser un problema

El gato persa es un michi que puede lagrimear muchísimo. Es por ello que es muy importante para él la limpieza de sus lagrimales a diario. 

• Así, se evita la formación de manchas debajo de sus ojos o el daño en su piel.
• Su nariz corta y sus abultados cachetes hacen que se formen pliegues en su cara, que hay que limpiar y mantener secos para prevenir la aparición de hongos en esa zona.

¿Qué te ha parecido? ¿Tu gato persa es así? ¡Comparte esta información con otros catlovers! 

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¡Nos vemos!