Conoce más sobre este organismo, su llegada a Chile y cómo prevenirlo.
La noticia de la llegada del Sporothrix brasiliensis a Chile, un hongo que afecta a gatos, ha causado revuelo y, naturalmente, también la preocupación en los y las tutores de michis.
Por lo mismo, en Fanáticos de las Mascotas te contamos qué es, cuál es el tratamiento y cómo prevenir esta infección felina.
Es un hongo que vive en suelos y materia orgánica. Hasta hace poco solo se encontraba en Brasil y hoy se presenta en otros países de Sudamérica.
En Chile fue detectado, por primera vez, a fines del 2022 por la directora del Laboratorio de Microbiología Clínica y Microbioma (MCM) de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Andrés Bello (UNAB), doctora Pamela Thomson. La especialista identificó molecularmente al hongo en muestras obtenidas de gatos domésticos que habitaban en Magallanes.
La especialista del MCM de la UNAB dijo “llamar a las personas a mantener la calma ya que este es un agente recientemente detectado y, manteniendo las condiciones de tenencia responsable de mascotas no deberíamos tener ningún problema con nuestros pacientes felinos“.
Tanto en animales como en humanos, la detección del hongo en etapa temprana es clave para un buen tratamiento.
Al vivir en los suelos y materia orgánica, el hongo puede ingresar a la piel de gatos a través de cortes, raspaduras o pinchazos o estar presente en sus garritas después de rasgar el terreno.
El Sporothrix brasiliensis genera esporotricosis, una infección que causa principalmente lesiones en la piel o debajo de ella, las que deben ser tratadas por varios meses con medicamentos antimicóticos recetados por un especialista.
Por lo anterior, es vital consultar al médico veterinario de tu michi si ves que presenta este tipo de lesiones y a tu médico especialista por un eventual contacto. El tratamiento en etapa inicial es clave para obtener buenos resultados y evitar la progresión de la enfermedad.
La presencia del hongo se determina a través de muestras que se envían a laboratorios para su análisis.
El hongo vive principalmente en zonas selváticas cálidas y húmedas, aunque es capaz de adaptarse a otros ambientes. El origen del contagio suele ser por lesiones que los felinos obtienen circulando por esos lugares, o por heridas al enfrentarse con otro animal infectado.
Así, un gato puede portar el hongo en sus garras y luego provocar una lesión a un humano u otro animal por un rasguño o mordedura, traspasando la infección.
Existe también la posibilidad de que un felino portador transmita la infección mediante secreciones nasales, oculares o estornudos a otros animales, de acuerdo al MCM de la UNAB.
Por todo ello, las principales medidas preventivas son:
“El contagio humano se puede prevenir teniendo una responsable tenencia de mascotas. En este caso los felinos son importantes en este proceso de transmisión y, por ello, es ideal que los felinos tengan una conducta dentro de casa o indoor y además de eso, para que esto se cumpla de mejor manera, es ideal esterilizarlos a temprana edad”, explicó la doctora Pamela Thomson, directora del MCM de la UNAB.
Puedes conocer más información del Sporothrix brasiliensis, este hongo que afecta a gatos, en una ilustrativa guía creada por la CDC.
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