Todos los que conviven con un perro se han preguntado alguna vez ¿Qué tan seguido puedo bañarlo? Si bien mantenerlo limpio es parte de cuidar su salud, también es cierto que hay que tener en cuenta ciertos factores para que el baño no sea contraproducente.
Una de las primeras preguntas que hace la mayoría de las personas que llevan un perro a casa es ¿lo puedo bañar? Sin duda que la higiene de nuestro peludo es importante, pero también hay que tener cuidado para no hacerlo demasiado seguido, ya que esto puede terminar siendo poco beneficioso para la salud de su piel y pelaje, causando irritaciones y otros problemas asociados.
Cuando se trata de un perro adulto, se recomienda bañar a tu perro al menos una vez cada tres meses.
El cepillado y el baño con la frecuencia adecuada (y no demasiado seguido en el caso del baño) ayuda a que la piel y pelaje se mantengan sanos y no se formen comedones (puntos negros) ni foliculitis.
La frecuencia con la que se debe bañar a un perro depende de una serie de factores propios de cada perro, así como de su estilo de vida.
Además de tu ojo de doglover, hay otros factores que te ayudarán a decidir qué tan seguido debes bañarlo:
¡Llegó la hora del merecido baño! – Mascotas Sodimac | Foto: Amanda Cullingford – Pixabay.com |
El primer baño implica un cierto nivel de estrés, en parte porque está enfrentando a una situación nueva y desconocida (que puede ponerlo muy nervioso), pero también porque será sometido a algunos cambios de temperatura.
Por todo esto, es muy importante que, para darle el primer baño cuando es cachorro, tenga sus primeras vacunas al día y hayan pasado al menos 10 días desde la última.
Una vez tenga sus primeras vacunas puestas y el veterinario te autorice es hora del primer baño real, con agua y productos para limpiar su pelaje.
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Elige los mejores productos para el baño de tu peludo- Mascotas Sodimac | Foto: Mat Coulton – Pixabay.com |
El baño debe ser una experiencia entretenida y que fortalezca los lazos afectivos y la jerarquía entre tú y tu mejor amigo. Sigue estos pasos para tener un baño exitoso:
La piel de tu peludo es diferente a la de los humanos: elige un champú neutro o en base a avena, mucho mejor si es un producto especialmente formulado para perros. Los productos de uso común en humanos podrían causarle irritación, lo mismo los jabones muy perfumados. Si está en tratamiento y su champú debe ser medicado, sigue las instrucciones del veterinario al pie de la letra.
Ya sea corto o largo, cepilla su pelaje antes de bañarlo. Esto eliminará tierra, pelos muertos, nudos y motas facilitando el baño y que el champú para perros penetre hasta la piel.
Bañarse puede ser atemorizante, procura que el lugar en el que lo hagas lo haga sentir cómodo y seguro. Fíjate que el piso tenga goma y asegúrate que no se resbale, y que no haya nada que pueda lastimar sus patas. Mucho cuidado con los agujeros del drenaje, los cojinetes de tu perro podrían atraparse ahí.
TIP:
Un secreto es pegar en uno de los muros un plato de melamina sobre el que puedas poner algo de mantequilla de maní. Esto lo mantendrá entretenido mientras lo bañas.
Organízate para tener todo a la mano y nunca dejes desatendido a tu perro dentro de la bañera. Necesitarás al menos toalla, champú y golosinas para premiar el buen comportamiento después o durante el baño.
La temperatura es la misma que usarías con un bebé. Puedes poner tu mano en el agua y si eres capaz de mantenerla ahí por más de 5 segundos cómodamente, es buena para tu perro.
Ponle champú y masajéalo partiendo por la cola y patas traseras, que es menos molesto para tu perro. Presta especial atención a sus patas y otros lugares propensos a la suciedad. Enjuaga comenzando desde la cabeza y avanzando hasta la cola y patas traseras.
Una vez fuera del agua, cúbrelo con una toalla y déjalo que se sacuda. Si es invierno, considera calefaccionar el ambiente. Puedes secarlo con un secador de pelo que no suene muy fuerte y a baja temperatura. Al igual que al bañarlo, pon especial atención al secado de sus orejas, que no queden húmedas.
Esta es la regla más importante, diviértanse, disfrútenlo y prémialo cada vez que se porte bien, ya sea con una golosina, una caricia o diciéndole lo buen perro que es.
Bañar a tu perro no solo es bueno para su higiene, también es una excelente oportunidad para detectar rasguños, golpes y pulgas. Estas cosas son más fáciles de ver cuando su pelaje está húmedo y plano contra su cuerpo.
Es también un momento de conexión importante con tu peludo, procura que sea divertido y que ambos lo disfruten.
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